Este maestro consiguió emocionar a todos los padres cuando vieron lo que les había mandado a sus hijos como tarea para la época de vacaciones. Acostumbrados a los típicos deberes, que son más una tortura para los niños más que una vía de aprendizaje, se sorprendieron gratamente por todos y cada uno de los puntos que esta genial carta tenía.

El verano debería ser una época para desconectar de todo, tanto para los padres como para los hijos. De esta manera, se vuelve a la rutina con energías renovadas y buen humor.

Esta demostrado que los niños aprenden tanto o más en un ambiente de juegos y diversión que sentados en una silla frente a un rígido pupitre. Las vacaciones son una estupenda oportunidad para repasar lo aprendido durante el curso sin que se den apenas cuenta.
Un aplauso para este gran profesor que da el mismo valor al aprendizaje emocional que a la mera acumulación de conocimientos académicos.

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Colosenses 3:20

Hijos, sed obedientes a vuestros padres en todo, porque esto es agradable al Señor.

Efesios 6:4
Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.

Proverbios 22:6
Instruye al niño en su camino,

Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.